Se cierra la temporada 2024 con la victoria de Scott Stewart en el WPT World Championship

Estamos listos ya para dejar atrás el proceloso mes de diciembre , en el que se han acumulado un sinfín de premios millonarios repartidos en tres grandes festivales separados por miles de kilómetros, y abandonarnos a las fiestas navideñas que le pondrán un reposado final a la temporada 2024 del circuito.

En otras épocas, los libros de contabilidad se cerraban en mayo, cuando las WSOP no programaban ninguna otra fecha, el European Poker Tour le ponía el altisonante título de Grand Final a la parada de Montecarlo o el Worl Poker Tour hacía coincidir su World Championship con las fechas de mayor acumulación de jugadores en Las Vegas. Sin embargo, todos los operadores han ido haciendo gravitar sus fines de fiesta hacia el término del año natural, y ha sido precisamente el nuevo emplazamiento del Campeonato Mundial del WPT tras la pandemia el que nos ha brindado el último gran campeón del año.

La presencia del mayor especialista de la década pasada en torneos online Chris Moorman era la nota destacadísima de la última sesión de póker televisado del año. Su efigie ensombrecida y pensativa, como enfrascado en la visualización de una posible victoria, todavía recibe a todos los visitantes del canal de Youtube en el que se conserva la retransmisión íntegra de la FT.

No se debía tan solo a la fama del británico, de alcance sideral si es comparada con la de sus cinco acompañantes en la mesa. De estar todos ellos en lo mismos términos en lo que respecta a prestigio en la profesión, Moorman seguiría teniendo un trato de privilegio por ser antiguo finalista de la edición de 2023. Hace doce meses, este grinder máximo había quedado cuarto y se había llevado 2.000.000 $, el mejor premio de su ligeramente más modesto historial en vivo.

Era otra pirámide de premios. Para esta edición, el WPT evitó entrar en la competencia establecida por las WSOP por establecer el mayor garantizado del año y las cifras se ajustaron a las circunstancias, con una recaudación de 23.000.000 $, algo más de la mitad que el overlay de 2023.

Las mayores incertidumbres acerca del resultado del torneo, excepto la principal, duraron 10 manos.

En ese intervalo, cayeron eliminados el único latino de la final, el venezolano Christian Roberts, el coreano Ryan Yu, y el gran favorito, Chris Moorman.

El repetidor de la FT ganó dos de las tres primeras manos y amenazaba el liderato de Eddie Pak, pero se metió en la pelea preflop solo para foldear en las manos consecutivas de las eliminaciones y dobló a un segundo jugador británico proveniente de los satélites de 1.100 $, Rob Sherwood, así que al final de la primera órbita era el shortstack en mesa de cuatro. No corría inmediato peligro, pues la media de ciegas era alta, pero siguió foldeando manos después de invertir incluso en el flop y ya iba muy por detrás de Pak cuando decidió 4betear al chipleader con Q Q. Pak usó su ventaja de puntos para ver el flop con T T y meter presión al inglés resubiendo all-in la continuación en un flop doblado. El T del turn fue un jarro de agua fría, que volvía a dejar sin podio a Chris.

Pak invirtió unos minutos en comprobar si iba a poder mantener su ventaja, pero al ver cómo Scott Stewart le hacía foldear un gran bote con un check-raise en river, los tres aspirantes solicitaron una pausa y cocinaron un pacto para repartir los premios restantes y asegurase de que el premio del menos afortunado no bajara de los 2.000.000 $.

La competitividad no se vio afectada por la firma, pues todavía se jugaba por una importante suma de más de medio millón de dólares, pero la seguridad del premio sí que animó a los jugadores a ser más creativos. Pak y Sherwood intercambiaron dobladas e intentaron sin éxito que Scott Stewart no se les escapara. Las cartas se confabularon para configurar un river que enfrentaba el color a la dama de Pak contra el full house de Scott Stewart, y el regular del circuito local estadounidense, dueño de media docena de anillos del Circuito secundario de las WSOP, entró en el HU con más del doble de puntos que Sherwood.

Lo que luego siguió fue un duelo con variaciones extremas, que se alargó durante cuatro horas y más de 100 manos. Stewart empezó acorralando a Sherwood hasta lograr una ventaja de 9:1, pero la remontada del británico llegó a dejar a su rival con 12 ciegas. Tampoco este escenario resultó ser definitivo, y el grabador de la placa de la Champions Cup tuvo que cambiar la plantilla por segunda vez.

En el importante raíl que congregó el californiano para esta sesión se encontraban su familia y amigos más cercanos, aunque faltaba la matriarca, atada al sillón por una maltrecha rodilla. Esto ocasionó la anécdota de la celebración, cuando Stewart se lanzó a por el teléfono en cuanto recibió la felicitación del presidente del WPT Adam Pliska para comprobar si le había visto ganar el torneo. Puso el altavoz y todo el mundo pudo oír el consejo materno: «No te gastes un dineral a lo tonto cuando te pongas a beber para celebrarlo«.