El Super Main Event de las WSOP Paradise casi salva el overlay con un montón de estrellas en juego

Después de dos años de protagonismo publicitario del WPT World Championship durante estas fechas, las WSOP Paradise decidieron apropiarse del principal reclamo de la competencia: los fastuosos garantizados de récord con los que partía el evento principal de su rival.

El Super Main Event de las WSOP Paradise, de 25.000 $ de entrada, se anunció este pasado verano con una bolsa de partida de 50.000.000 $, cifra nunca antes vista en el circuito.

Desde hace un par de años, el torneo estrella de los festivales veraniegos de las WSOP alcanza fácilmente casi el doble de esa cifra. Sin embargo, la posibilidad de cubrir las previsiones de participación en las WSOP Paradise se enfrentaba a varias incógnitas, como eran el cambio del precio de la entrada al equivalente a un High Roller, los efectos de la competencia o la inconveniencia de viajar a Bahamas, entre otras.

La respuesta, como siempre la ha dado el tiempo. El Super Main Event de las WSOP Paradise ha anunciado un registro oficial de 1.978 jugadores; por lo tanto, la casa se hace cargo de un overlay de 550.000 $.

La ingeniería que ha permitido maquillar un resultado menos decoroso incluye, sin duda, algún artificio contable como, por ejemplo, satélites online que entregaban más entradas garantizadas de las que permitiría su recaudación. Fueron 600 las entradas se vendieron online, y los 90 clasificados que empezaron el torneo en GGPoker hace casi dos meses se incorporan al juego en el día 3, para un total de 297 participantes en premios.

Es un grupo de jugadores de élite donde no faltan grandes nombres como Daniel Negreanu, Erik Seidel, David Peters, Justin Bonomo, Christoph Vogelsang o la ahora jugadora recreacional Liv Boeree (foto PokerNews/WSOP). El póker latino también está magníficamente representado por Adrián Mateos, Juan Pardo, Nacho Barbero o Diego Ventura, hasta un total de 21 cajas hispanohablantes, de las que 11 son para jugadores españoles.

Para que todos estos jugadores se aseguraran un ingreso mínimo de 50.000 $, que es la cantidad de partida en el largo camino hasta los 6.000.000 $ que esperan en lo más alto de la pirámide de premios, muchos otros se han tenido que quedar por el camino.

Mención especial merece la mayor leyenda de las WSOP, que se ha hecho un hueco en la historia de este Super Main Event al ser su primer «bubble boy«. Phil Hellmuth no podía dejar Bahamas sin su buena ración de protagonismo, aunque seguro que en sus sueños lo lograba de una manera más reconfortante, quizá levantando su 18º brazalete.

Las burbujas de ahora no son como las de antaño. Se juntaron cuatro manos distintas con todo el plástico en el centro durante el mano a mano.

Phil Hellmuth estaba aferrado a sus dos últimas ciegas, con tan solo dos oportunidades de doblarse antes de que las tuviera que apostar de manera obligatoria. Alex Keating abrió UTG y Hellmuth le pagó con todo su stack. En la BB, Paulius Valtekiunas completó para ver un flop Q 5 2. Los rivales de Hellmuth chequearon hasta el river, completando la mesa un T y el 7.

Keating dejó entrever que había ligado pareja en el river con 7 6, y Hellmuth tuvo que esperar a que se completara la acción en otras mesas sabiendo que estaba eliminado, a pesar de los muchos outs que tenía su A K tras el flop.

Tampoco se dio la opción de repartir la minicaja con otros jugadores, pues el resto de all-ins se resolvieron a favor de los shortstacks. Con todas estas circunstancias en contra, Hellmuth no se fue demasiado contento de la mesa.

La partida continúa, con la mencionada adición de los clasificados online y una modificación al reloj de torneos que permita situar la media del torneo en las 40bb antes de la reanudación, para equilibrar esta mezcla. Y en tres días, conoceremos al campeón del torneo.